lunes, 5 de diciembre de 2011

IMÁGENES SENSORIALES

El ruido de un trueno – Ray Bradbury
“Estaban en la antigua selva. Unos pájaros lejanos
(gritaban en el viento, y había un olor a alquitrán y
viejo mar salado, hierbas húmedas, y flores de color de
sangre.
La jungla era alta y la jungla era ancha y la jungla era
todo el mundo para siempre y para siempre. Sonidos
como música y sonidos como lonas voladoras llenaban
el aire: los pterodáctilos que volaban con cavernosas
alas grises, murciélagos gigantescos, nacidos del delirio
de una noche febril.
La jungla era ancha y llena de gorjeos, crujidos,
murmullos y suspiros.
De pronto, todo cesó, como si alguien hubiese cerrado
una puerta.
Silencio.
El ruido de un trueno.De la niebla, a cien metros de distancia, salió Tyrannosaurus rex. […]
Venía a grandes trancos, sobre patas aceitadas y
elásticas. Se alzaba diez metros por encima de la
mitad de los árboles, un gran dios del mal, apretando
las delicadas garras de relojero contra el oleoso pecho
de reptil. Cada pata inferior era un pistón, quinientos
kilos de huesos blancos, hundidos en gruesas cuerdas
de músculos, encerrados en una vaina de piel
centelleante y áspera, como la cota de malla de un
guerrero terrible. Cada muslo era una tonelada de
carne, marfil y acero. Y de la gran caja de aire del torso
colgaban los dos brazos delicados, brazos con manos
que podían alzar y examinar a los hombres como
juguetes
[…]. Y la cabeza, una tonelada de piedra
esculpida que se alzaba fácilmente hacia el cielo. En la
boca entreabierta asomaba una cerca de dientes como
dagas.
Los ojos giraban en las órbitas, ojos vacíos, que
nada expresaban, excepto hambre.
El Lagarto del Trueno se incorporó. Su armadura brillo
como mil monedas verdes. Las monedas, embarradas,
humeaban. En el barro se movían diminutos insectos,
de modo que todo el cuerpo parecía retorcerse y
ondular, aun cuando el monstruo mismo no se
moviera. El monstruo resopló. Un hedor de carne cruda
cruzó la jungla.
El monstruo, al advertir un movimiento, se lanzó hacia
delante con un grito terrible. En cuatro segundos
cubrió cien metros. Los rifles se alzaron y llamearon.
De la boca del monstruo salió un torbellino que los
envolvió con un olor de barro y sangre vieja. El
monstruo rugió con los dientes brillantes al sol.
Los rifles dispararon. El ruido se perdió en chillidos y
truenos. La gran palanca de la cola del reptil se alzó
sacudiéndose. Los árboles estallaron en nubes de hojas
y ramas.
El monstruo retorció sus manos de joyero y
las bajó como para acariciar a los hombres, para
partirlos en dos, […] meterlos entre los dientes y en la
rugiente garganta. Sus ojos de canto rodado bajaron a
la altura de los hombres, que vieron sus propias
imágenes. Dispararon sus armas contra las pestañas
metálicas y los brillantes iris negros. Como un ídolo de piedra, como el desprendimiento de
una montaña, Tyrannosaurus cayó. Con un trueno, se
abrazó a unos árboles, los arrastró en su caída. Torció
y quebró el sendero de metal. Los hombres
retrocedieron alejándose. El cuerpo golpeó el suelo, diez
toneladas de carne fría y piedra. […] Una fuente de
sangre le brotó de la garganta. En alguna parte,
adentro, estalló un saco de fluidos. Unas bocanadas
nauseabundas empaparon a los cazadores. Los
hombres se quedaron mirándolo, rojos y
resplandecientes.
El trueno se apagó.
La jungla estaba en silencio. Luego de la tormenta, una
gran paz.
Luego de la pesadilla, la mañana.”

*Consigna*
En el fragmento de arriba, buscar las IMAGENES
SENSORIALES (frases que señalen alguno de los cinco
sentidos: vista, tacto, gusto, olfato, oído) y las
construcciones comparativas con las que se narra la
caída del animal.
Buscar links para ejemplificar esas imágenes
sensoriales que encuentren.

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